Explorando el norte de la ciudad me encontré con @asadosdonabelcdmx y te cuento mi experiencia.
El restaurante es muy amplio, tiene un espacio interior y otro exterior, por lo que puedes elegir donde te sientas más cómodo. Con el sello de garantía de los Asados Don Abel de Pachuca… esta sucursal es una gran opción para comer jabalí como se debe.
En la entrada principal te recibe ese calorcito que emana el carbón y que da la cocción perfecta a nuestra carne, que como detalle el jabalí pasa 5 horas cocinándose a las brasas para tener esa suavidad, jugosidad y crocasidad que le caracteriza a Don Abel.
Yo pedí el taco para probar la carne tal cual, tiene un costo de $ 65.00 pesos y salen 2 buenos tacos. El jabalí tiene una sabor muy similar al cerdo, pero una de las grandes diferencias es que la de jabalí tiene menos grasa. En este caso es suave y con la corteza crujiente, tiene buen sabor; con limón, salsa y cebolla será suficiente. Después me comí una quesadilla de jabalí, que en el caso del cerdo no me hace mucho sentido, pero con le jabalí sabe muy bien… y con la salsa roja… ¡uf! Cuidado que pica.
Mención especial a la sopa de fideo, tenía un sabor muy casero, me recordó a la cocina de mi madre. Ésta en particular estaba hecha con un adobo-salsa que le daba picor, textura y un sazón muy particular.
Para los que no le quieran entrar al jabalí… el restaurante tiene otras proteínas como venado o arrachera, o bien, si no quieres carne roja puedes pedir unas tostadas de atún, taco de pescado, camarón o marlin; también hay salmón e incluso una hamburguesa vegetariana. Pero honestamente, a lo que vas, échate uno de jabalí.
El ambiente es familiar, si vas en fin de semana es posible coincidir con la música en vivo. Disfruté mucho del taco de jabalí, esa es una de las cosas que podría visitar y comer regularmente para saciar mi antojo de carne.