Las mesas en el exterior llaman la atención de cualquier transeúnte que atraviese la calle de Querétaro, en la Roma, una pequeña puerta esconde las maravillas que Forte tiene para ofrecer.
En esta ocasión probé un tascalate con cold brew que estaba buenísimo y lo acompañé con un nudo de canela y cardamomo, elegir algo de su panadería fue todo un reto ya que todo se veía muy bueno. Es importante mencionar que hornean ahí mismo su pan, su sabor es fresco, casero y auténtico. Además el espacio es muy acogedor e íntimo, perfecto sentarte a tomar tu café, platicar y pasar un buen rato.
Ofrece distintas opciones en su barra de café así como bebidas sin cafeína. Su menú es muy amplio, abarca desde desayunos, comidas y cenas hasta algunas cervezas y vinos. Sin duda esto lo convierte en un lugar ideal para cualquier ocasión.
Forte es sinónimo de calidez y calidad, sin pretensión alguna, un espacio que tiene mucho que ofrecer y que en cada visita promete una experiencia totalmente distinta.
Por Fer Arteaga.